La demanda de féretros forrados con telas brillantes y primorosos acabados que produce Manuel Morali en la calurosa ciudad de Mérida, en el sureste de México, ha experimentado un incremento de casi 12% debido al nuevo coronavirus.
El hombre, que fundó Ataúdes Morali en 2006, aclara que el alza en sus ventas no obedece a un mayor número de muertos por COVID-19, sino a pedidos anticipados de las funerarias a las que abastece en Yucatán, su estado, y en los vecinos Campeche y Quintana Roo.
"Fue más por la prevención y precaución de las funerarias, sobre todo las foráneas de Mérida para tener surtido y abastecimiento. En cuanto a números y tasas de defunción no se han incrementado", dice a la AFP este empresario, que debutó en el negocio funerario como vendedor hace dos décadas y luego decidió independizarse.
Con 404 casos confirmados, 26 fallecidos y una tasa de 17,88 afectados por cada 100.000 habitantes, Yucatán es el séptimo estado -de 32 entidades- más golpeado por el nuevo coronavirus en México, según datos oficiales actualizados el miércoles.
Los clientes de Morali temían una restricción de los negocios y el tránsito de mercancías debido a la emergencia sanitaria, decretada en el país a finales de marzo, por lo que aceleraron sus pedidos desde inicios de abril, llevando la producción mensual de unos 630 a 708 cajones.
En su taller familiar, seis personas fabrican féretros de distintos materiales y presupuestos, siendo los más costosos aquellos elaborados con madera de pino barnizada, que vende en 145 dólares al mayoreo.
Pero su producto más popular son los ataúdes forrados, que van desde los más simples, en 42 dólares, hasta los más elaborados de 104 dólares, que llevan herrajes y están cubiertos de materiales como astracán y telas satinadas como el raso.
Las medidas sanitarias por la epidemia no han alterado su proceso de producción, pero sí las entregas.
"Mi personal va con sus guantes, cubrebocas, 'googles' (lentes protectores) a las funerarias para hacer la entrega y lo dejan en la puerta del local para que el mismo personal de la funeraria lo ingrese", explica.
Con ojo de experto, Morali calcula que el número diario de personas fallecidas en Yucatán no ha crecido y se mantiene entre 20 y 30. Cuenta que la neumonía se ha incrementado como causa de muerte.
Denuncias periodísticas apuntan a que autoridades de algunos estados mexicanos estarían presionando a médicos a registrar muertes sospechosas de COVID-19 como neumonía atípica, buscando ocultar el real impacto de la epidemia.
Hasta el miércoles, México contaba 17.799 casos confirmados y 1.732 defunciones.